El Reiki es una técnica milenaria de sanación que se basa en el traspaso se energía vital a través de las manos. Se trata de una terapia que combate diversas patologías físicas y psicológicas del ser humano al permitir el correcto flujo de la energía en su cuerpo.
El traspaso de energía que se da durante una sesión de Reiki impulsa al organismo a la autosanación, logra un equilibrio entre el corazón y el cuerpo actuando a nivel físico, psíquico, espiritual y emocional. Equilibra los centros energéticos (chakras), restablece la armonía y fluye de forma ilimitada por el ser humano.
La terapia permite eliminar cargas negativas que se originan en el interior o producto del mundo que nos rodea. En una metodología integral y natural de relajación ya que para esta terapia no se utilizan elementos externos, se basa netamente en la energía e involucra un compromiso interno de cada persona.
Si bien el Reiki se estima que era usado desde los tiempos de Buda, el re-descubrimiento de esta técnica se le atribuye al Dr. Mikao Usui, un monje cristiano del siglo XIX que tras años de investigación logró fundar las bases de esta técnica.
Al igual que otras técnicas de origen oriental, esta se basa en la fe del maestro pero aún más en la del paciente. Se asocia a lo espiritual por lo que al entregarse a una terapia de Reiki se está entregando a algo intangible, que circula por el aire y el cuerpo pero que no es posible ver ni tiene explicación científica.
Además de los problemas físicos, una razón por la cual se estima que esta técnica ha ganado adeptos es la fuerte carga emocional que tienen las personas, sobre todo en las zonas urbanas, desencadenando en tal nivel de estrés que le vuelve fundamental dedicar un momento a la meditación y relajación.
